miércoles, 26 de febrero de 2014

Estereotipos en las películas Disney ¿A favor o en contra?

Al pensar en Disney, lo primero que me viene a la mente es alguna de esas películas como Blancanieves o La Bella y la Bestia en las que el personaje principal es siempre una mujer que se acaba enamorando de un príncipe y consigue así llegar a un estado de felicidad. Pero analicemos este tipo de películas más a fondo y, para ello, nos basaremos en una de las famosas teorías de Laswell que se titula “Estructura y función de la comunicación en la sociedad”.
Es bien sabido por todos que cuando un niño se sienta en el sofá y se pone a ver una película, se produce un acto de comunicación y, haciendo referencia a la teoría que hemos mencionado anteriormente, es necesario que respondamos a las preguntas “quién dice, qué, en qué canal, a quién y con qué efecto” para poder analizar dicho proceso comunicativo.
En este caso, el emisor está claro que es Disney, el cual produce sus películas y las difunde a través de un medio de comunicación de masas como es la televisión; y también tenemos claro que los receptores de estos mensajes son los principalmente los niños. Pero lo más importante es, ¿Qué efecto ejerce sobre ellos? Está claro que los destinatarios de las películas están en pleno proceso de aprendizaje y toda la información que reciben la aprenden y la hacen suya. Por lo tanto, el efecto es la influencia prácticamente total sobre la actitud y la forma de pensar de los niños.
De igual modo, podría ser que esta influencia fuera positiva, ya que podría fomentar valores como la igualdad, el respeto etc; y en esto es en lo que nos vamos a centrar. Queremos saber si la influencia que ejercen las películas de Disney sobre los niños es positiva o negativa y hasta qué punto influyen realmente los mensajes que transmite la productora.
Para ello, vamos a remontarnos muchos años atrás, cuando el hombre era un simple australopithecus. En aquella época, en la que no existía en lenguaje, el aprendizaje se basaba en la imitación de los semejantes. Por ello, las crías observaban lo que hacían los adultos de su misma especie y lo repetían; al igual que ocurre ahora.
Los niños se limitan a observar y emular todo lo que ven porque esa es la forma que tienen de aprender. De esta forma, nos damos cuenta de que lo que los niños ven en la televisión es lo mismo que pondrán en práctica en su día a día. El nivel de influencia es altísimo.
Centrándonos ahora en qué consiste dicha influencia, vamos a analizar el comportamiento de los personajes principales de las películas Disney, ya que serán esos los imitados por los niños.
Empezando por la película Blancanieves, una de las más antiguas de Disney, podemos observar que la protagonista es una joven cuya desgracia es su belleza, pero también es esta su única virtud. Con solo verla, el príncipe se enamora de ella, pero la chica tiene que huir porque su madrastra quiere ser la mujer más guapa del reino. Hasta ahora, Blancanieves es una chica triste y desgraciada, pero su suerte empieza a cambiar cuando conoce a los siete enanitos. Comienza entonces a sentirse realizada mientras cocina para esos hombres y les mantiene la casa limpia. Más adelante, la madrastra vuelve a intentar acabar con ella y es en ese momento cuando el príncipe llega para salvarla. Finalmente, ambos se enamoran y Blancanieves comienza a ser completamente feliz.
Continuamos con otra famosa película, en este caso La Sirenita, la cual tuvo tanto éxito que su historia se amplió con dos películas más. El personaje principal de este film es una sirena que vive tranquilamente en el mar, aunque la sobreprotección de su padre no le deja ser totalmente feliz. Una de las veces que sale a la superficie, la sirena se queda observando la cubierta de un barco y ve a un marinero del que se enamora locamente. Para conseguir el amor del joven, está dispuesta a hacer un pacto con una hechicera por el cual ésta le otorgará un par de piernas a cambio de perder su voz; sin en tres días no ha conseguido besar al chico, Ariel se convertirá en sirena para siempre. Ella acepta, sale a la superficie y consigue conquistar al marinero. Está claro que en las películas Disney se valora más el físico que otras cualidades que pueden hacerse notar mediante la voz, como es el caso de la cultura. La bruja quiere quedarse con la voz de la chica eternamente, de modo que se las apaña para amañar los posibles acercamientos entre los dos jóvenes, pero finalmente él se da cuenta de lo que ocurre y se encarga de acabar con la vida de la malvada hechicera. Los dos se besan y la chica se convierte en humana para siempre, consiguiendo así la felicidad que tanto buscaba cuando vivía bajo el mar.
Está claro que el argumento de ambas películas es completamente discriminatorio hacia el sexo femenino, ya que las dos protagonistas necesitan la compañía de un hombre para ser felices, necesitan alguien a quien cuidar. Es la mujer quien acompaña al hombre, quien ejerce el papel de héroe y salvador. Gracias a él, la mujer consigue la felicidad. Ninguna de las princesas tiene metas en la vida hasta que se encuentran con un hombre. A partir de ese momento, su objetivo es vivir felices cuidando de ellos y de los hijos que tendrán.
Una de las cosas que llama la atención es el papel que ejercen los personajes que están por encima del personaje principal en la jerarquía familiar dependiendo de su sexo.

En la primera película, Blancanieves, los padres de la joven ya han fallecido y ella se queda con su madrasta, una mujer que está dispuesta a matarla para conseguir ser ella la más bella del reino. Según parece, la virtud más importante de una mujer es la belleza y conseguirla le proporcionaría el éxito total en su vida.
Por el contrario, en La Sirenita, la figura educativa con la que vive la joven es un hombre, su padre, cuyo único fallo es la sobreprotección de su hija. Le quiere tanto que no permite que se aleje mucho de él para que no le pase nada malo. Quiere decir, que si en algo peca su padre es en ser demasiado bueno. En este caso, el villano de la película, por decirlo de alguna forma, es Úrsula, una hechicera manipuladora que le pone trabas a la sirena para que no encuentre el amor. Como vemos, el personaje que lo complica todo vuelve a ser femenino y su misión es ser ella quien se case con el príncipe marinero.
En las dos películas la maldad brota de un personaje femenino y quien salva a la protagonista es siempre el hombre, que ejerce su papel de héroe; pero lo mismo ocurre con películas como Hércules, La bella durmiente o La Cenicienta.
A simple vista, podría parecer que todo esto que estamos diciendo se encuentra oculto en las diferentes historias y que los adultos no tendríamos por qué darnos cuenta, pero esa no es la realidad. Disney no se preocupa en ocultar ese trato discriminatorio hacia al sexo femenino y lo muestra abiertamente en películas como La Bella y la Bestia, donde uno de los personajes dice textualmente “No está bien que una mujer empiece a tener ideas y a pensar”. Aquí se ve claramente como la línea ideológica de
Disney es que la mujer se debe encargar únicamente de sus tareas, que son cuidar de su familia y mantener limpia la casa y que el hombre es quien se ocupa de todo lo demás, quien toma las decisiones. Por eso no conviene que la mujer piense. Lo importante es que sea sumisa y acate las órdenes que disponga su marido.
Otro ejemplo de las perlas que sueltan los personajes de las películas Disney lo podemos ver claramente en una de las películas que hemos estado analizando anteriormente: La Sirenita. En una de las secuencias, la joven tiene que oír estas mismas palabras: “Los hombres no te buscan si les hablas. No creo que los quieras aburrir. Allí arriba es preferible que las damas no conversen a no ser que no te quieras divertir. Verás que no logras nada conversando, a menos que los pienses ahuyentar. Admirada tú serás si callada siempre estás. Sujeta bien tu lengua y triunfarás”. Tampoco podemos sorprendernos con esto, ya que el tema principal de este film es que la protagonista renuncia a su voz para tener unas piernas; quiere decir, que la única forma de conquistar a su amado es mediante su físico.
Más ejemplos de este tipo de “perlas” que se sueltan en las películas de Disney son: “Es una mujer y todas son como el veneno, tienen muchos remilgos”, en la película Blancanieves; “Las mujeres son peor que un dolor de muelas”, perteneciente de nuevo a Blancanieves; “Eso son tareas de mujeres”, en la película Ceninienta; o incluso “No olvides que tan solo tu belleza es más que suficiente”, de La Sirenita.
Está claro que en estas películas, el único valor que tiene la mujer es su cuerpo y por ello todas las princesas con jóvenes, delgadas y bellas. No importa que no hablen, no importa que no piensen, no importa que quieran una cosa u otra. Lo que realmente importa aquí es que sea una mujer guapa, que merezca la pena poner en riesgo la vida de los hombres para salvar a esa mujer porque su belleza es tan grande que no puede dejarla escapar.
Si esas mujeres no fueran tan bellas, los distintos príncipes no se habrían fijado en ellas, no tendrían a nadie que las salvaran y sus vidas serían tan desgraciadas como lo son al principio de cada película. Por lo tanto, la belleza no es equivalente a la felicidad, pero sí que te ayuda a conseguirla y sin ella, lo tienes difícil para vivir una vida plena.
Centrándonos ahora en la famosísima historia de Mickey Mouse, podemos decir que es evidente el machismo que allí se refleja. Si preguntamos a alguien que quién Minnie, lo más probable es que responda que es la novia de Mickey. En cambio, si le preguntamos a esa misma persona por este último personaje, responderá algo así como que es el ratón emblemático de la casa Disney. Estas respuestas no son una casualidad. Simplemente Disney lo ha querido así y eso es lo que ha inculcado a todos aquellos que han visto sus películas, entre los que me incluyo.
Si nos fijamos en la serie televisiva “La casa de Mickey”, es el ratón quien tiene una casa, un perro y una novia. Quiere decir que el personaje de Minnie vive y se comporta
en función de él; no es un ser independiente. Y siguiendo con las series de televisión producidas por Disney para el canal Disney Junior, dirigido hacia niños de menor edad, podemos observas que la mayoría de los protagonistas de sus series son hombres, como por ejemplo Many, un hombre que arregla todo con sus herramientas; o Jake, el niño que se enfrenta a piratas. Por el contrario, los pocos personajes principales femeninos que encontramos son, por ejemplo, Bárbara y su floristería.
Es decir, que los hombres resuelven problemas y se enfrentan a los malos mientas que el rol de la mujer en la mayoría de los casos es pasivo, trivial o en función del género masculino.
Por otro lado, tampoco creo que el único culpable aquí sea Disney. Está más que claro que si a los niños no les gustaran este tipo de historias, Disney no hubiera triunfado y habría hecho tres películas como mucho.
En su gran mayoría, los niños no quieren ver documentales ni nada semejante. Lo que quieren son historias con las que pasárselo bien y eso es lo que les proporcionan estas películas. Disney les da lo que ellos piden.
Volviendo al tema principal, si nos fijamos un poco nos damos cuenta de que a lo largo de la historia, la imagen femenina no evoluciona. El cuerpo de la mujer sigue teniendo las mismas características que le dan un contenido altamente sexual. Suelen ser extremadamente delgadas, lo cual no impide que tengan la cadera y el pecho pronunciados; se mueven de forma delicada; sus pestañas son largas; etc. En definitiva, son auténticas seductoras.
Incluso los animales hembra tienen los rasgos femeninos muy marcados y saben cómo seducir a los machos de su especie.
Está claro que Disney no pretende reflejar en sus películas cómo son las mujeres realmente, sino crear un prototipo de mujer, caricaturizarlo y vendérselo a los niños de forma atractiva para que les guste y lo tomen como una forma de vida.
Con esto no estamos siendo tremendistas. Sabemos perfectamente que los estereotipos de Disney no son lo único que influye en los niños; también ejercen un papel muy importante las personas más cercanas a ellos, como por ejemplo, las madres.
El niño tiene dos figuras totalmente diferentes en las que fijarse, la princesa y su madre, pero al ser tan pequeño no distingue entre realidad y ficción, de modo que se deja guiar por la más popular, la que más seguidores tiene, así que ya sabemos cuál será su referente.
Volviendo a la temática de las películas Disney, nos vamos a centrar en la famosa historia de Aladdín. Por lo general, esta película recibe críticas por temas racistas, pero nosotros nos estamos centrando en el tema del trato hacia la mujer, así que vamos a continuar con ello. Hay una escena en esta película en la que la princesa Jasmin necesita distraer a Jafar, el villano de esta película y la única forma que se le ocurre es seducirle.



¿Cuál es el mensaje que pretende Disney transmitir con esto? Está claro que nada positivo. Lo único que pueden aprender los niños con esto es que puedes usar tu cuerpo para conseguir aquello que desees. No creo que este contenido sexual sea lo más indicado para que un niño vea. Con esto no me refiero a que el sexo deba ser un tema tabú en casa, sino todo lo contrario. Debe ser tratado como un tema más, pero no hay que enseñar que esa sea una forma de conseguir objetivos o de manipular a los demás.
Otro ejemplo que me escandaliza bastante tiene que ver de nuevo con la película La Bella y la Bestia. Todos sabemos que el hombre de este film, que en este caso es la bestia, tiene mucha más fuerza bruta que la mujer, que en este caso sería Bella. Esta fuerza es utilizada para retener a la joven en el castillo y obligarla a que acate las costumbres del lugar como llevar ciertos vestidos o comer a cierta hora. Por su parte, Bella acata las órdenes y el abuso de su secuestrador, pero al mismo tiempo intenta convertirlo en un ser bondadoso y educado. Le enseña cómo usar los cubiertos, cómo arreglarse, cómo tener buenos modales, etc.
A simple vista, parece que la moraleja es algo así como que hay que saber perdonar o que hay que ayudar a los demás a mejorar; pero el verdadero trasfondo de esta historia es otro completamente distinto. El mensaje que realmente se enseña en la película es que hay que olvidar el maltrato y el abuso porque detrás de todo eso hay un príncipe azul escondido y que la misión de las niñas es hacer que ese príncipe salga a la luz.
Es como si quisiéramos hacerle ver a una niña que tendrá que vivir toda su vida con el hombre que la haya elegido porque ese es su trabajo; que tendrá que quererle tal y como es porque en el fondo es una persona buena.
Buscando en internet sobre todo esto, vi un vídeo en el que le preguntaban a una niña que cuál sería el consejo que le daría a su amiga si esta estuviera pasando por la misma situación que Bella en la película y su respuesta fue la siguiente: “Le diría que fuera simpática con él para que fuera bueno con ella”.
¿Es esto realmente lo que queremos enseñar a los niños? ¿No sería más correcto que el consejo de esa niña a su amiga fuera que se hiciera valer como persona y no se dejara maltratar por la bestia? ¿Por qué fue esa su respuesta? Está más que claro que su respuesta fue esa porque es lo que le han enseñado, lo que ha visto en películas como La Bella y la Bestia y lo que ella cree que es lo más correcto.
Nos creemos que lo sabemos todo y que a nosotros no nos afecta pero no es cierto; y solo hace falta pararse a pensar en ello, como he hecho yo al realizar este trabajo, para darse cuenta de que ya desde pequeños estamos siguiendo inconscientemente unas pautas que nos mandan agentes externos, que no son ni si quiera de nuestro entorno más cercano y nosotros nos dejamos guiar por esas pautas sin darnos cuenta del efecto que tendrán.

lunes, 27 de enero de 2014

Kit de supervivencia para el siglo XXI

Desde hace unos años, estamos acostumbrados a oír la palabra “crisis” por todas partes. Sabemos que hay mucha gente con deudas que no pueden pagar, sin dinero para subsistir y sin trabajo ni esperanza de conseguirlo.
La crisis económica ha afectado ya a muchísimas familias en todo el mundo, las cuales se “aprietan el cinturón” para seguir viviendo dignamente; o al menos para intentarlo. En cambio, a pesar de que dicho problema esté ya globalmente reconocido, son muchas las personas que no quieren abrir los ojos o quizás ni siquiera se han planteado si lo quieren hacer o no.
Mientras un padre o una madre hace horas extra en el trabajo (si es que tiene la suerte de seguir trabajando) para poder disfrutar de una situación económica un poco más cómoda en casa, otros miembros de la familia se ocupan de buscar por internet cuál es el próximo modelo de teléfono móvil que se va a comprar; o dicho de otra forma, que le van a comprar.
Esto suele ocurrir con personas menores de treinta años que han nacido y sido educados en la sociedad de consumo que los poderes económicos han ido construyendo para su uso y disfrute; e incluso se podría llegar a decir que las personas que oscilan ahora entre los treinta y cincuenta años también han optado por este estilo de vida como filosofía.
Pero todo esto no es más que una partida de cartas bien jugada en la que grandes marcas han aprovechado el talón de Aquiles del ser humano, en este caso la necesidad de aceptación social, y lo han convertido en una necesidad constante de consumo en el que nunca acabamos estando satisfechos del todo.
Ya desde pequeños nos gusta tenerlo todo, aunque esto quizás sea por el hecho de que estamos descubriendo el mundo, sus colores, sus texturas… Cualquier objeto que vemos lo queremos coger y normalmente acabamos saliéndonos con la nuestra porque a los adultos que nos rodean se les cae la baba viéndonos sonreír, de modo que están dispuestos a lo que sea para conseguirlo.
Cuando ya crecemos un poco y vamos adquiriendo uso de razón, la televisión nos dice básicamente que cuanto más tienes, más feliz eres y nosotros nos lo creemos porque, al fin y al cabo, sólo somos niños. Yo creo que esta etapa es la más importante a la hora de convertirte en un completo consumidor, ya que es cuando estás aprendiendo cuáles son los valores que debes seguir para formarte como persona dentro de una
sociedad. En un principio son los padres o tutores legales quienes educan al niño, pero es obvio que éste no vive dentro de una burbuja y todo lo que le rodea le afecta para bien o para mal.
Como bien he dicho antes, los medios de comunicación de masas, y más concretamente la televisión, aprovechan esta situación no solo creando perfiles sociales de triunfadores y de marginados, sino que también te da la opción de convertirte en triunfador mostrándote esos maravillosos juguetes, ropa o cualquier cosa que puedas enseñar a los demás.
A partir de ese momento en el que el niño va al colegio y ve que sus compañeros tienen, por ejemplo, una mochila de sus dibujos animados favoritos, está deseando llegar a casa y pedirle una mochila igual a sus padres porque él también quiere que le vean con ella.
Uno de los mayores errores del ser humano es el hecho de que juzgamos a las personas con sólo mirarlas; sin pararnos a pensar ni si quiera que no es una persona poco fiable porque lleve rastas en el pelo, por ejemplo. Por eso, como queremos ser aceptados en la sociedad en la que vivimos, nos vemos obligados, por decirlo de alguna forma, a seguir determinadas modas; las cuales se basan simplemente en consumir unas cosas u otras.
Siguiendo con las etapas de la vida de una persona, el siguiente paso es la adolescencia, donde absurdamente hay que demostrar que no somos parte del estereotipo de perdedor que nos han inculcado desde pequeños, sino que somos los triunfadores. En pocas palabras, tenemos que demostrar que ya no somos los niños que éramos antes, sino que ya hemos crecido y en lugar de pedir juguetes, pedimos otro tipo de productos que son incluso más caros que los anteriores. De esta forma, vamos esperanzados hacia nuestros padres para decirles que queremos una Blackberry porque nos hace muchísima falta y no podemos vivir sin ella, pero cuando por fin nos la compran y pensamos que somos felices, sale al mercado un nuevo móvil que es prácticamente igual que el que ya tenemos pero con otro nombre. Normalmente en esta situación intentamos autoconvencernos de que con el nuestro nos vale, pero cada vez son más los amigos que se pasan a ese nuevo teléfono móvil y al final nos acabamos sintiendo desplazados siendo los únicos que no nos hemos renovado.
Es decir, que hasta hace relativamente poco tiempo nuestra única necesidad era tener una Blackberry y ahora que la tenemos, ya no nos parece suficiente y no sólo pedimos más, sino que pedimos reemplazarla por otro móvil. Ya no queremos saber nada de esa marca que tanta felicidad se suponía que nos iba a traer.
Visto así carece totalmente de lógica, pero cuando esto nos pasa a nosotros mismos, de alguna forma o de otra conseguimos darle sentido y la mayoría de las veces nos acabamos convenciendo de que volver a comprar es la mejor opción. En definitiva, los
líderes económicos mundiales pueden estar más que satisfechos y contemplar orgullosos cómo nos hemos convertido en perfectos consumidores que competimos con nosotros mismos para ver quién es el que gasta más en algo que podría ser muchísimo más barato y, lo peor de todo esto, es que cuanto más mayores nos vamos haciendo, más asentado lo tenemos en nuestra cabeza.
Por todo esto, mi propuesta para la portada de la revista Commons es crear la ilusión de que estamos comprando un kit de supervivencia para el siglo XXI, donde lo importante para vivir a gusto contigo mismo no es el cómo eres, sino lo que tienes.
A simple vista parece que nadie es tan materialista o influenciable como para que sea necesario plasmar esta idea en una portada y que todo el mundo sabe ya que no todo lo que compramos es necesario para vivir, pero yo creo que siempre pensamos que eso no nos pasa a nosotros y que a nosotros no nos han educado de esta forma o hemos sabido escoger qué nos inculcan y qué no.
Con la portada que he creado, la idea es llamar la atención de la gente a través de productos y marcas deseados por gran parte de la población y una vez se hayan parado a mirar la revista, se den cuenta de que es un kit para sobrevivir en la sociedad de consumo que hemos creado y que ellos también lo necesitan, ya que de no ser así, no les habría picado la curiosidad ni habría perdido parte de su tiempo en comprender de qué se trata la fotografía.
De esta forma, quiero invitar a los lectores a que recapaciten y piensen si de verdad todos esos productos son realmente necesarios para sobrevivir o si en realidad son sólo caprichos temporales que serán sustituidos por otros caprichos muy parecidos en cuestión de meses. Que vean que no hay que darle tan importancia al aspecto que llevamos, ni a ir a la última moda ni hacer lo que todos hacen, sino estar a gusto con uno mismo y con las personas que te rodean sin fijarnos en lo que tienen o dejan de tener los demás.
A continuación inserto mi propuesta para la portada de la revista, la cual es simplemente una idea que, de ser utilizada, habría que mejorar; ya que no dispongo de los conocimientos suficientes como para crear una imagen de alta calidad.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Mónica Naranjo VS Mónica Limón.

Esta mañana, en la Universidad de Cádiz hemos tenido el privilegio de poder asistir a un acto llamado "El Sol en Jerez", en el que grandes personalidades de la marca Heineken nos han acercado un pedacito del Festival de Publicidad "El Sol" que se celebra cada año en Bilbao.
Quiero destacar la exposición de una de los ponentes, la cual ejercía para Shandy Cruzcampo como Brand manager y nos ha explicado un poco cómo consiguieron tanto éxito con la campaña de la que todos hemos oído hablar, la cual se trataba de dar a conocer el nuevo sabor a naranja de la marca Shandy.
La compañía partía de la base de que no es muy común encontrarte con una cerveza con sabor a naranja y quizás el público fuera más reacio a la hora de experimentar esta nueva experiencia ¿El concepto que utilizaron? Todo aquello que sabe a limón tiene su doble con sabor a naranja. En el spot aparecen durante segundos algunos ejemplos que corroboran este hecho, añadiendo al final un toque de humor con un personaje público (*truquillo del que ya os hablé en el post anterior) para que el anuncio fuera comentado.
Aquí os dejo el vídeo para que lo podáis ver:


Lo que no esperaban los publicistas es que esta campaña tuviera tanto éxito, consiguiendo más de un Trending Topic nacional, publicaciones en prensa online, entrevistas a Mónica Naranjo en las que le preguntaban por el anuncio, comentarios del mismo en televisión, vídeos en Youtube en el que la gente aportaba más ejemplos de limón y naranja... En definitiva, la campaña generó una expectación increíble entre el público que acabó haciendo suyo el anuncio. Fue entonces cuando los publicistas vieron una nueva posibilidad de ampliar la campaña basándose los comentarios que aportaban los consumidores a través de las redes sociales pidiendo más información sobre esa tal "Mónica Limón".
Si Mónica Naranjo tenía una increíble carrera musical, por qué no la podría tener Mónica Limón también. Actuaron rápidamente, plantearon el nivel de humor que tendría esta continuación de la campaña, escribieron las letras de las canciones y presentaron la propuesta al director de Marketing.
El resultado fue magnífico y os lo dejo a continuación para que lo podáis comprobar:



Este último vídeo tuvo otra gran repercusión en redes sociales con tuits tan peculiares como los que os muestro a continuación:







En definitiva, otra gran oportunidad hecha éxito gracias a la rapidez de mentes creativas que se exprimen al máximo para conseguir campañas como esta.
Cabe decir que tras el lanzamiento del videoclip de Mónica Limón, Shandy Cruzcampo consiguió volver a ser Trending Topic nacional con más de un hashtag dedicados a la campaña y recuperó la hegemonía de las cervezas con sabor que se había debilitado un poco con el paso de los años.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Yolado de Danone y su estrategia.

Este verano he podido observar cómo las marcas o productos que aún no están en el Top of mind* se aferran a los beneficios que puede aportar un rostro conocido sobre un gran soporte como es Twitter.
En este caso os voy a hablar de "Yolado", esa innovación de la marca Danone que salió al mercado el verano pasado y que por lo que sea, no consiguió proyectar la imagen que deseaban en la mente del consumidor.
"Yolado" de Danone es básicamente yogur helado, perfecto para paliar el calor en verano, con buen sabor y respaldado por una marca de confianza, además de encontrarse en un periodo en el que el yogur helado está de moda. Se podría decir que todo estaba a su favor; todo excepto el nombre. "Yolado" no es precisamente una palabra que te invite a probar el producto; como mucho te llama la atención y consigue que hables de él, pero en cualquier caso lo haces para burlarte, no para elogiarlo.
Por suerte, en Danone se han dado cuenta y este verano han puesto en práctica una campaña que no se ha hecho notar mucho, pero cuya estrategia ha sido realmente buena, basándose en el fan adversising*. Ha sido una campaña discreta, tal y como la situación lo requería, y ha conseguido cambiar la imagen que tenían muchos de lo usuarios del público objetivo de este yogur helado.
Para realizar dicha campaña, lo primero que había que hacer era detectar el target*, en este caso, gente joven que estuviera a punto de empezar las vacaciones, que esperara el verano con ansia, la llegada del calor, y que necesitara algo fresco para seguir de arriba a abajo cuando el sol calentara demasiado.
Una vez delimitada la parcela de personas a las que querían que llegara su mensaje, había que encontrar un medio que llegara a todas ellas y que fuera lo más barato posible. La solución: Twitter, una red social que continúa en auge a pesar de que hayan pasado varios años desde su nacimiento. Ahí la publicidad se transmite tan fácil como escribir un tuit y darle a "enviar". A partir de aquí ya sólo es necesario que los usuarios vayan compartiendo la información en sus perfiles para que llegue cada vez a más y más posibles consumidores.
El próximo reto era diseñar un mensaje lo suficientemente jugoso como para que los usuarios de Twitter quisieran compartirlo. No es común que una persona comparta por las redes sociales información positiva sobre una marca o producto ya, que de esta forma estaría haciendo creer a los demás que está a favor de que las grandes industrias intenten manipular nuestras mentes y creen necesidades a base de la publicidad invasiva tan característica del siglo XX. Por suerte, esto ya no es del todo así, aunque la imagen de la publicidad como tal sigue estando desvirtuada por la mayoría de la población.
Estaba claro que Yolado no podía escribir el típico mensaje de "Prueba el nuevo yogur helado de Danone" porque eso no iba a calar en los jóvenes.
Hoy en día, los que más saben de conseguir retuits son los famosos. Personajes públicos que son seguidos por una gran masa de personas que suelen estar de acuerdo con todo aquello que diga o haga su adorado ídolo. El siguiente paso era conseguir que estos famosos publicaran mensajes en sus cuentas de Twitter relacionados con el producto Yolado, lo cual no creo que fuera muy difícil ya que ellos viven de explotar su imagen y resultaría raro que estuvieran en contra de hacerlo una vez más. Pero claro, ya no basta con que este personaje publique un tuit con el mensaje que ya dije anteirormente: "Prueba el nuevo yogur helado de Danone". Había que pensar una forma más original de presentar el mensaje y aquello ya corrió por cuenta personal de cada uno. La única condición, que en el tuit apareciera el hashtag #porfincalor haciendo referencia a la llegada del verano y se adjuntara una fotografía en la que apareciera un embase del producto. Dicha campaña fue acogida por un gran número de rostros conocidos como Dani Mateo, Berta Collado o Florentino Fernández.
A continuación, os dejo algunas capturas pertenecientes a las cuentas de Twitter de algunos de estos usuarios y, más abajo, os explico el significado de las palabras que están escritas en cursiva con un asterisco.














Top of mind* = Ocupar un lugar entre las cinco mejores marcas en la mente del consumidor.
Fan advertising*= Publicidad hecha por los mismos fans
Target*= Público objetivo.

La nueva publicidad.

Para todos aquellos a los que les guste la publicidad (que creo que no son muchos), quizás os interese esa entrada. Es una reflexión hecha por mí tras leerme "El libro de Bob", el cual recomiendo porque te hace pensar y no se hace pesado; incluso no descarto volver a leérmelo este verano.
Espero que os guste.

Como cualquier actividad económica, la publicidad ha ido evolucionando desde sus inicios hasta nuestros días.
Esto es algo positivo, ya que cada vez se le presta más atención al consumidor, que al fin y al cabo es quien nos aporta la mayoría de los beneficios. Ahora el consumidor se encuentra en constante contacto con la marca a través de una relación de igual a igual, pero en el mundo globalizado en el que vivimos, encontramos cada vez más competencia.
A mi parecer, esto es una de las mejores cosas que le podría haber pasado al mundo de la publicidad. No existe mejor forma de motivación que la competencia. Ya no solo debemos superarnos a nosotros mismos, sino que debemos superar a millones de marcas más y esto sólo lo podemos conseguir reinventando la publicidad, creando una nueva forma de mostrar la marca a los consumidores.
Pero el “problema” (o beneficio, como ya dije antes) no se queda aquí. Ahora también tenemos que competir contra cualquier tipo de ocio al que pueda acceder nuestro público objetivo, ya que siempre será mejor que tragarse un bloque de anuncios de diez minutos o incluso más.
A mí esto me parece genial. Ya no nos basta con crear el anuncio más original, emocional o lo que sea. Tenemos que dar un paso más y ser la mejor opción de entretenimiento, lo cual supone un gran avance en el mundo de la publicidad.
Es un cambio radical en la forma de comunicación porque ya no es la marca quien va al consumidor; sino que es el consumidor el que busca a la marca. Es él quien manda y decide lo que quiere ver y lo que no. La publicidad invasiva es historia y nosotros debemos mirar hacia delante, hacia la Nueva Publicidad.
La involucración del consumidor es la base sobre la que se construyen los nuevos modelos de publicidad. Es decir, que debemos olvidar el rol de consumidor pasivo y hacer que se sientan parte del proyecto. Tienen que vivir experiencias positivas y debe ser la marca quien se las proporcione. Esta es la mejor forma de crear vínculos emocionales con los consumidores y, como todos sabemos, los vínculos emocionales se suelen conservar a largo plazo.
Pero no solo ha cambiado la publicidad; también ha cambiado el proceso de crearla. Antes se creaba una idea que llevara la marca hasta el consumidor. Ahora la idea debe conseguir que el consumidor llegue hasta la marca y eso es lo realmente importante.
No importan las otras marcas, ni los medios en los que se desarrolle la campaña. Solo importa que la idea sea lo suficientemente buena como para que el consumidor decida invertir parte de su tiempo en ella. Y si para eso es necesario crear nuevos medios, se crean. Es la magia de la publicidad. No tiene límites; no existen fronteras. Lo que existe en la imaginación puede existir en la realidad porque el poderoso patrimonio de la mayoría de las marcas puede permitírselo.
Incluso podemos hacer una gran campaña con el medio más barato que se nos ocurra: No podemos olvidar que una buena idea vende, pero también llama la atención de numerosas personas y, por consiguiente, se convierte en noticia. Noticia que todos los medios de comunicación estarán dispuestos a recoger, disparando así la eficacia en términos de cobertura y rentabilidad.
Como ya dije antes, hay que conseguir que el consumidor viva una experiencia que solo nosotros podamos ofrecerle, tiene que vivir la marca en lugar de limitarse a verla.
Todo esto es difícil de imaginar a corto plazo porque los medios, sobre todo la televisión, no muestran intención alguna de cambio; pero tarde o temprano tendrán que aceptarlo porque si a los consumidores no les interesan los anuncios televisivos, las marcas dejarán de invertir en ellos y la televisión perderá gran parte de sus ingresos. Este medio necesita la publicidad para sobrevivir y deberá adaptarse a lo que la publicidad le ofrezca.
Siguiendo con la relación entre la marca y el anunciante, creo que es importante hacer ver a ambas partes que la nueva publicidad no consiste en un monólogo en el que uno hable y otro escucha. Ahora las dos partes hablan y las dos partes escuchan; y son las dos partes las que reciben algo a cambio de su interacción en el proceso comunicativo. La colaboración es la base de la nueva relación.
En definitiva, podríamos decir que la publicidad está volviendo a nacer, se está reinventando y es un cambio a mejor. La nueva publicidad va a revolucionar el mundo del consumo y del entretenimiento, creando una relación de igual a igual entre el consumidor y la marca.