miércoles, 26 de febrero de 2014

Estereotipos en las películas Disney ¿A favor o en contra?

Al pensar en Disney, lo primero que me viene a la mente es alguna de esas películas como Blancanieves o La Bella y la Bestia en las que el personaje principal es siempre una mujer que se acaba enamorando de un príncipe y consigue así llegar a un estado de felicidad. Pero analicemos este tipo de películas más a fondo y, para ello, nos basaremos en una de las famosas teorías de Laswell que se titula “Estructura y función de la comunicación en la sociedad”.
Es bien sabido por todos que cuando un niño se sienta en el sofá y se pone a ver una película, se produce un acto de comunicación y, haciendo referencia a la teoría que hemos mencionado anteriormente, es necesario que respondamos a las preguntas “quién dice, qué, en qué canal, a quién y con qué efecto” para poder analizar dicho proceso comunicativo.
En este caso, el emisor está claro que es Disney, el cual produce sus películas y las difunde a través de un medio de comunicación de masas como es la televisión; y también tenemos claro que los receptores de estos mensajes son los principalmente los niños. Pero lo más importante es, ¿Qué efecto ejerce sobre ellos? Está claro que los destinatarios de las películas están en pleno proceso de aprendizaje y toda la información que reciben la aprenden y la hacen suya. Por lo tanto, el efecto es la influencia prácticamente total sobre la actitud y la forma de pensar de los niños.
De igual modo, podría ser que esta influencia fuera positiva, ya que podría fomentar valores como la igualdad, el respeto etc; y en esto es en lo que nos vamos a centrar. Queremos saber si la influencia que ejercen las películas de Disney sobre los niños es positiva o negativa y hasta qué punto influyen realmente los mensajes que transmite la productora.
Para ello, vamos a remontarnos muchos años atrás, cuando el hombre era un simple australopithecus. En aquella época, en la que no existía en lenguaje, el aprendizaje se basaba en la imitación de los semejantes. Por ello, las crías observaban lo que hacían los adultos de su misma especie y lo repetían; al igual que ocurre ahora.
Los niños se limitan a observar y emular todo lo que ven porque esa es la forma que tienen de aprender. De esta forma, nos damos cuenta de que lo que los niños ven en la televisión es lo mismo que pondrán en práctica en su día a día. El nivel de influencia es altísimo.
Centrándonos ahora en qué consiste dicha influencia, vamos a analizar el comportamiento de los personajes principales de las películas Disney, ya que serán esos los imitados por los niños.
Empezando por la película Blancanieves, una de las más antiguas de Disney, podemos observar que la protagonista es una joven cuya desgracia es su belleza, pero también es esta su única virtud. Con solo verla, el príncipe se enamora de ella, pero la chica tiene que huir porque su madrastra quiere ser la mujer más guapa del reino. Hasta ahora, Blancanieves es una chica triste y desgraciada, pero su suerte empieza a cambiar cuando conoce a los siete enanitos. Comienza entonces a sentirse realizada mientras cocina para esos hombres y les mantiene la casa limpia. Más adelante, la madrastra vuelve a intentar acabar con ella y es en ese momento cuando el príncipe llega para salvarla. Finalmente, ambos se enamoran y Blancanieves comienza a ser completamente feliz.
Continuamos con otra famosa película, en este caso La Sirenita, la cual tuvo tanto éxito que su historia se amplió con dos películas más. El personaje principal de este film es una sirena que vive tranquilamente en el mar, aunque la sobreprotección de su padre no le deja ser totalmente feliz. Una de las veces que sale a la superficie, la sirena se queda observando la cubierta de un barco y ve a un marinero del que se enamora locamente. Para conseguir el amor del joven, está dispuesta a hacer un pacto con una hechicera por el cual ésta le otorgará un par de piernas a cambio de perder su voz; sin en tres días no ha conseguido besar al chico, Ariel se convertirá en sirena para siempre. Ella acepta, sale a la superficie y consigue conquistar al marinero. Está claro que en las películas Disney se valora más el físico que otras cualidades que pueden hacerse notar mediante la voz, como es el caso de la cultura. La bruja quiere quedarse con la voz de la chica eternamente, de modo que se las apaña para amañar los posibles acercamientos entre los dos jóvenes, pero finalmente él se da cuenta de lo que ocurre y se encarga de acabar con la vida de la malvada hechicera. Los dos se besan y la chica se convierte en humana para siempre, consiguiendo así la felicidad que tanto buscaba cuando vivía bajo el mar.
Está claro que el argumento de ambas películas es completamente discriminatorio hacia el sexo femenino, ya que las dos protagonistas necesitan la compañía de un hombre para ser felices, necesitan alguien a quien cuidar. Es la mujer quien acompaña al hombre, quien ejerce el papel de héroe y salvador. Gracias a él, la mujer consigue la felicidad. Ninguna de las princesas tiene metas en la vida hasta que se encuentran con un hombre. A partir de ese momento, su objetivo es vivir felices cuidando de ellos y de los hijos que tendrán.
Una de las cosas que llama la atención es el papel que ejercen los personajes que están por encima del personaje principal en la jerarquía familiar dependiendo de su sexo.

En la primera película, Blancanieves, los padres de la joven ya han fallecido y ella se queda con su madrasta, una mujer que está dispuesta a matarla para conseguir ser ella la más bella del reino. Según parece, la virtud más importante de una mujer es la belleza y conseguirla le proporcionaría el éxito total en su vida.
Por el contrario, en La Sirenita, la figura educativa con la que vive la joven es un hombre, su padre, cuyo único fallo es la sobreprotección de su hija. Le quiere tanto que no permite que se aleje mucho de él para que no le pase nada malo. Quiere decir, que si en algo peca su padre es en ser demasiado bueno. En este caso, el villano de la película, por decirlo de alguna forma, es Úrsula, una hechicera manipuladora que le pone trabas a la sirena para que no encuentre el amor. Como vemos, el personaje que lo complica todo vuelve a ser femenino y su misión es ser ella quien se case con el príncipe marinero.
En las dos películas la maldad brota de un personaje femenino y quien salva a la protagonista es siempre el hombre, que ejerce su papel de héroe; pero lo mismo ocurre con películas como Hércules, La bella durmiente o La Cenicienta.
A simple vista, podría parecer que todo esto que estamos diciendo se encuentra oculto en las diferentes historias y que los adultos no tendríamos por qué darnos cuenta, pero esa no es la realidad. Disney no se preocupa en ocultar ese trato discriminatorio hacia al sexo femenino y lo muestra abiertamente en películas como La Bella y la Bestia, donde uno de los personajes dice textualmente “No está bien que una mujer empiece a tener ideas y a pensar”. Aquí se ve claramente como la línea ideológica de
Disney es que la mujer se debe encargar únicamente de sus tareas, que son cuidar de su familia y mantener limpia la casa y que el hombre es quien se ocupa de todo lo demás, quien toma las decisiones. Por eso no conviene que la mujer piense. Lo importante es que sea sumisa y acate las órdenes que disponga su marido.
Otro ejemplo de las perlas que sueltan los personajes de las películas Disney lo podemos ver claramente en una de las películas que hemos estado analizando anteriormente: La Sirenita. En una de las secuencias, la joven tiene que oír estas mismas palabras: “Los hombres no te buscan si les hablas. No creo que los quieras aburrir. Allí arriba es preferible que las damas no conversen a no ser que no te quieras divertir. Verás que no logras nada conversando, a menos que los pienses ahuyentar. Admirada tú serás si callada siempre estás. Sujeta bien tu lengua y triunfarás”. Tampoco podemos sorprendernos con esto, ya que el tema principal de este film es que la protagonista renuncia a su voz para tener unas piernas; quiere decir, que la única forma de conquistar a su amado es mediante su físico.
Más ejemplos de este tipo de “perlas” que se sueltan en las películas de Disney son: “Es una mujer y todas son como el veneno, tienen muchos remilgos”, en la película Blancanieves; “Las mujeres son peor que un dolor de muelas”, perteneciente de nuevo a Blancanieves; “Eso son tareas de mujeres”, en la película Ceninienta; o incluso “No olvides que tan solo tu belleza es más que suficiente”, de La Sirenita.
Está claro que en estas películas, el único valor que tiene la mujer es su cuerpo y por ello todas las princesas con jóvenes, delgadas y bellas. No importa que no hablen, no importa que no piensen, no importa que quieran una cosa u otra. Lo que realmente importa aquí es que sea una mujer guapa, que merezca la pena poner en riesgo la vida de los hombres para salvar a esa mujer porque su belleza es tan grande que no puede dejarla escapar.
Si esas mujeres no fueran tan bellas, los distintos príncipes no se habrían fijado en ellas, no tendrían a nadie que las salvaran y sus vidas serían tan desgraciadas como lo son al principio de cada película. Por lo tanto, la belleza no es equivalente a la felicidad, pero sí que te ayuda a conseguirla y sin ella, lo tienes difícil para vivir una vida plena.
Centrándonos ahora en la famosísima historia de Mickey Mouse, podemos decir que es evidente el machismo que allí se refleja. Si preguntamos a alguien que quién Minnie, lo más probable es que responda que es la novia de Mickey. En cambio, si le preguntamos a esa misma persona por este último personaje, responderá algo así como que es el ratón emblemático de la casa Disney. Estas respuestas no son una casualidad. Simplemente Disney lo ha querido así y eso es lo que ha inculcado a todos aquellos que han visto sus películas, entre los que me incluyo.
Si nos fijamos en la serie televisiva “La casa de Mickey”, es el ratón quien tiene una casa, un perro y una novia. Quiere decir que el personaje de Minnie vive y se comporta
en función de él; no es un ser independiente. Y siguiendo con las series de televisión producidas por Disney para el canal Disney Junior, dirigido hacia niños de menor edad, podemos observas que la mayoría de los protagonistas de sus series son hombres, como por ejemplo Many, un hombre que arregla todo con sus herramientas; o Jake, el niño que se enfrenta a piratas. Por el contrario, los pocos personajes principales femeninos que encontramos son, por ejemplo, Bárbara y su floristería.
Es decir, que los hombres resuelven problemas y se enfrentan a los malos mientas que el rol de la mujer en la mayoría de los casos es pasivo, trivial o en función del género masculino.
Por otro lado, tampoco creo que el único culpable aquí sea Disney. Está más que claro que si a los niños no les gustaran este tipo de historias, Disney no hubiera triunfado y habría hecho tres películas como mucho.
En su gran mayoría, los niños no quieren ver documentales ni nada semejante. Lo que quieren son historias con las que pasárselo bien y eso es lo que les proporcionan estas películas. Disney les da lo que ellos piden.
Volviendo al tema principal, si nos fijamos un poco nos damos cuenta de que a lo largo de la historia, la imagen femenina no evoluciona. El cuerpo de la mujer sigue teniendo las mismas características que le dan un contenido altamente sexual. Suelen ser extremadamente delgadas, lo cual no impide que tengan la cadera y el pecho pronunciados; se mueven de forma delicada; sus pestañas son largas; etc. En definitiva, son auténticas seductoras.
Incluso los animales hembra tienen los rasgos femeninos muy marcados y saben cómo seducir a los machos de su especie.
Está claro que Disney no pretende reflejar en sus películas cómo son las mujeres realmente, sino crear un prototipo de mujer, caricaturizarlo y vendérselo a los niños de forma atractiva para que les guste y lo tomen como una forma de vida.
Con esto no estamos siendo tremendistas. Sabemos perfectamente que los estereotipos de Disney no son lo único que influye en los niños; también ejercen un papel muy importante las personas más cercanas a ellos, como por ejemplo, las madres.
El niño tiene dos figuras totalmente diferentes en las que fijarse, la princesa y su madre, pero al ser tan pequeño no distingue entre realidad y ficción, de modo que se deja guiar por la más popular, la que más seguidores tiene, así que ya sabemos cuál será su referente.
Volviendo a la temática de las películas Disney, nos vamos a centrar en la famosa historia de Aladdín. Por lo general, esta película recibe críticas por temas racistas, pero nosotros nos estamos centrando en el tema del trato hacia la mujer, así que vamos a continuar con ello. Hay una escena en esta película en la que la princesa Jasmin necesita distraer a Jafar, el villano de esta película y la única forma que se le ocurre es seducirle.



¿Cuál es el mensaje que pretende Disney transmitir con esto? Está claro que nada positivo. Lo único que pueden aprender los niños con esto es que puedes usar tu cuerpo para conseguir aquello que desees. No creo que este contenido sexual sea lo más indicado para que un niño vea. Con esto no me refiero a que el sexo deba ser un tema tabú en casa, sino todo lo contrario. Debe ser tratado como un tema más, pero no hay que enseñar que esa sea una forma de conseguir objetivos o de manipular a los demás.
Otro ejemplo que me escandaliza bastante tiene que ver de nuevo con la película La Bella y la Bestia. Todos sabemos que el hombre de este film, que en este caso es la bestia, tiene mucha más fuerza bruta que la mujer, que en este caso sería Bella. Esta fuerza es utilizada para retener a la joven en el castillo y obligarla a que acate las costumbres del lugar como llevar ciertos vestidos o comer a cierta hora. Por su parte, Bella acata las órdenes y el abuso de su secuestrador, pero al mismo tiempo intenta convertirlo en un ser bondadoso y educado. Le enseña cómo usar los cubiertos, cómo arreglarse, cómo tener buenos modales, etc.
A simple vista, parece que la moraleja es algo así como que hay que saber perdonar o que hay que ayudar a los demás a mejorar; pero el verdadero trasfondo de esta historia es otro completamente distinto. El mensaje que realmente se enseña en la película es que hay que olvidar el maltrato y el abuso porque detrás de todo eso hay un príncipe azul escondido y que la misión de las niñas es hacer que ese príncipe salga a la luz.
Es como si quisiéramos hacerle ver a una niña que tendrá que vivir toda su vida con el hombre que la haya elegido porque ese es su trabajo; que tendrá que quererle tal y como es porque en el fondo es una persona buena.
Buscando en internet sobre todo esto, vi un vídeo en el que le preguntaban a una niña que cuál sería el consejo que le daría a su amiga si esta estuviera pasando por la misma situación que Bella en la película y su respuesta fue la siguiente: “Le diría que fuera simpática con él para que fuera bueno con ella”.
¿Es esto realmente lo que queremos enseñar a los niños? ¿No sería más correcto que el consejo de esa niña a su amiga fuera que se hiciera valer como persona y no se dejara maltratar por la bestia? ¿Por qué fue esa su respuesta? Está más que claro que su respuesta fue esa porque es lo que le han enseñado, lo que ha visto en películas como La Bella y la Bestia y lo que ella cree que es lo más correcto.
Nos creemos que lo sabemos todo y que a nosotros no nos afecta pero no es cierto; y solo hace falta pararse a pensar en ello, como he hecho yo al realizar este trabajo, para darse cuenta de que ya desde pequeños estamos siguiendo inconscientemente unas pautas que nos mandan agentes externos, que no son ni si quiera de nuestro entorno más cercano y nosotros nos dejamos guiar por esas pautas sin darnos cuenta del efecto que tendrán.

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